Día 79 #quedateencasa por decreto.

Lunes 1 de junio de 2020.

Nadie ofrece tanto como el que no va a cumplir.

Todos los que parecen estúpidos, lo son y, además también lo son la mitad de los que no lo parecen.

La soberbia nunca baja de donde sube, pero siempre cae de donde subió.

Francisco de Quevedo.

Comenzamos una nueva semana siguiendo con el misterio de si se puede o no se puede hacer senderismo en la fase 1.

Como no soy la bruja Lola, aunque todo apunte a que si, pues seguiré dando vueltas por la zona, desde casa hasta donde me lleven los pies. Que realmente es bastante lejos. Ya me he dado la vuelta por varios sitios y la ciudad está prácticamente rodeada. No completamente por prudencia, ya que si algo he percibido durante el estado de alarma es que en esta situación ante la arbitrariedad, aunque sea fruto de la ignorancia y no de la mala fe, estamos bastante indefensos.

Y es que los colectivos aun inconscientemente se guían por lo que perciben de los que tienen que seguir. Si el gobierno usa el estado de alarma de forma totalitaria y liberticida (cosa que no debería agradar a C,s, pero parece que no le  molesta), los cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado interpretan que tienen vía libre para amoldar las normas a lo que consideren en el momento. Si a esto le unimos lo mal redactadas que están las normas, para que quiero mas.

Pues a caminar, andar o trotar por aquí, que mal sitio no es. También es cierto que hasta el sábado será difícil desplazarse a ninguna parte, y que seguramente estarán petadas.. pero que le vamos a hacer. Estudiaremos la situación cuando llegue.



Todavía hay parajes que visitar con suficiente encanto para verme obligado a detener el caminar, sacar la cámara e intentar inmortalizar el momento, la luz, el matiz, el detalle. Suena muy presuntuoso, pero por eso digo intentar. Y cuando ese momento queda atrapado se siente una gran satisfacción que dura hasta que se atrapa el siguiente instante.


Por lo demás he de confesar que estoy un poco de bajón. Si siempre estoy diciendo lo bien que estoy, justo es reconocer los bajones. No es nada grave ni preocupante, ni mucho menos, pero voy notando cierto cansancio en varios aspectos.

En la situación que estamos pasando el cansancio lo achaco, además de a que llevamos casi tres meses alarmados, a que la respuesta de la gente, de la política, del punto de situación se ha desalineado. No es muy fácil de explicar, pero sumando las continuas mentiras y milongas del gobierno y las instituciones, la politización en busca del camuflaje de las culpas que inunda de trolls el mundo conocido, y la falta de respeto y concienciación del común de los mortales va agotando.

De lo primero por ahora poco se pude hacer porque y ya estamos acostumbrados a los bucles espacio temporales de las autoridades. Sobre la gente y su irrespetuosidad y falta de  educación no se  que hacer en el día a día, me refiero a que te cruzas con la peña y no se apartan, ves restos de botellones, viene un grandisimo hijo de puta corriendo sin mascarilla y te roza físicamente, y por alguna extraña razón no le pones la zancadilla al pasar o sueltas el puño, que es lo menos que se merece. Que sensación mas asquerosa y desagradable sentir su maldita respiración en tu brazo. Si ya es asqueroso en condiciones normales en estos días ..... es bueno no ir armado. Ante semejante ataque a la integridad física d los demás solo puedes desearle lo peor... pero la rabia no te hace a tí mejor, al contrario te convierte en una alimaña, pero ganas de patearle hasta reventarle haberlas haylas.

Y así, viendo que la gran mayoría de la gente parece que no se entera de nada entras en la depresión que genera el pensar ¿pero entre que pandilla imbéciles estoy viviendo?. Es desazonante ver día a día que la peña se envalentona y se olvida... solo saben aplaudir como monos amaestrados, estoy convencido. Por lo menos las mascarillas ya van siendo mayoría, efecto cuando menos curioso, pasar de todo y ponerse mascarilla... 

Así que de madrugón en madrugón vamos sacando la pata fuera de casa con mas garantías por ausencia de imbéciles.

Alguno pensará que yo también incumplo, pues sí, pero no poniendo en riesgo a nadie... mantener la distancia, la mascarilla cuando hay gente y en cualquier espacio cerrado, bajarme al asfalto sin problemas para separarme... intento pensar que estoy contagiado y que el otro no merece ser contagiado, digo intento porque ciertamente mucha gente merece ser contagiada. (pero no convertirse en un foco de contagio)

Si a estas experiencias vitales le sumamos que tampoco estoy muy cómodo en el trabajo, pues ya tenemos el bajón completo. Como todo, imagino que será cíclico así que le daremos tiempo al tiempo antes de tomar decisiones que nos lleven a nuevos caminos.



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