Espacio para ir plasmando lo que en la vida, y por mi cabeza, va pasando.
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En la Era COVID. Año 2, Tiempo 3, Episodio 0. Se masca la tragedia.
Domingo 19 de diciembre de 2021. Primer día. He ido, sospecho.
Tus fuerzas naturales, las que están dentro de ti, serán las que curarán tus enfermedades (Hipócrates)
Exígete mucho a ti mismo y espera poco de los demás. Así te ahorrarás disgustos (Confucio)
No es lo que te ocurre, sino cómo reaccionas lo que importa (Epíteto)
Jueves 16 de diciembre.
El viernes no voy a ir al trabajo. Me quedan tantos días libres que este lo gastaré para mi. Nada en particular, ya iré pensando donde voy a ir a hacer fotografías, porque al final es lo que me gusta, ir, ver y traer mi visión de los sitios, los encuadres y las imágenes que están en la luz, en mi mente y que atravesando el objetivo de la cámara se convierten en mi obra.
No busco una foto recuerdo, que también está ahí, busco algo diferente, o bien calidad o bien, lo digo humildemente y pidiendo perdón, mi arte.
Luego con ilusión pueril, las voy colocando en facebook, instagram o WhatsApp para que mis cuatro amigos/visitantes las vean. No necesito un like pero si lo necesito. Me explico, no necesito el like como tal, pero si saber que alguien ha visto mis fotos y le han gustado. Se que simplemente con venir a verlas hay gente que me está diciendo que les gusta. (aprovecho la coyuntura para promocioname en instagram: @fco.olmos)
Pero, ¿Me gustan a mi mis fotos? Pues resulta curioso, porque al principio de tomarme en serio esta afición, allá por noviembre de 2019, en algunos tutoriales se decía que al revisar tus propias fotos, aquellas que te habían encantado, ya no te gustaban con el paso del tiempo. Y es cierto, eso pasa y no es mas que el fruto de la natural evolución fruto del aprendizaje y de la práctica. Pero sí, me gustan mis fotos, aunque la envidia me corroe al ver las fotografías de los auténticos profesionales y de los genios que por ahí andan sueltos.
Pero me he ido, estaba en el jueves 16.
Jueves 16 de diciembre, lo primero que recuerdo es el desayuno, porque mis desayunos me encantan, café, pan tostado con aceite de Cazorla VE variedad Picual y tomate de Mercadona (el de dos botecitos), con una loncha de pavo (no menos del 70% de carne de pavo).
Luego cojo el coche para ir a trabajar, obviamente es de noche, y el tráfico es menos del que venia siendo habitual últimamente.
Y en el trabajo, ¿Que paso? Todavia estoy pensando que cuando como y donde recogí aerosoles con la suficiente carga viral para pillar el COVID marca omicron, supongo. Mascarilla, sin contacto con positivos declarados. Con los que me tomé un café (no mucho rato porque vamos pillados) son negativos..... Pues bueno, el caso es que allí debí de pillarlo, no hay otra explicación, aunque, si nadie miente, no había nadie con síntomas y por tanto no tenían mucha "contagiabilidad".
Viernes 17 de diciembre de 2021.
Voy camino Soria. Finalmente voy a Soria. Ida y vuelta. En la vuelta pararé a hacer fotos. El plan es volver por Gormaz Miedes de Atienza, Atienza, Jadraque, Hita, Tórtola de Henares.
Salimos pronto así que a la vuelta tendré tiempo de sobra. Pasando Berlanga de Duero al cruzar el río de repente vi la foto de un puente. Parada instantánea.
De vuelta algunas mas fueron callendo. Burgo de Osma
Por Gormaz y su Fortaleza Califal
Y se me hizo tarde.
No estuvo mal, y el Waze me llevo por una ruta distinta, Hiendelaencina, Cogolludo, Guadalajara. Con la suerte de que en Naharros se cruzo un zorro que debia estar muy acostumbrado porque se paro, me miro y se quedó quieto. Por supuesto paré el coche, pero no me atreví a salir porque era imposible, salir, sacar la cámar y que siguiera allí. Por lo demás, un camino precioso. Por a tarde iba a ir a correr, pero llegue a casa tarde y acabé de comer mas allá de las cuatro, así que se me quitaron las ganas.
Ese día estaba bien. Cansado, si, pero supuestamente del viaje.
Sábado 18 de diciembre.
No me he levantado muy católico. me da la sensación de que es un catarrillo o enfriamiento, pero después de comprar el pan y cuatro cosas me quedo en casa. Me dió para cocinar e hice un pisto. Por la tarde me metí en la cama a pasar el mal, porque al final es donde mejor estoy. Pero seguía con flojerilla, pero muy bien. Un día sin historia.
Y llega el domingo.
Domingo 19 de diciembre. Sigo pensando que tengo un catarrillo. Como me he vacunado de la gripe pues no le doy mas importancia, incluso podría ser un temerario e irme a correr porque me siento con fuerzas, pero me quedo en casa y hago una paella, un desastre que me salió buenísimo. Desastre porque la paella (vulgo paellera) no se porqué pero me pega el arroz. Fue una batalla rascando, sacándola del fuego, echando agua sin parar.... Curiosamente en el reposo mientras nos tomábamos un aperitivo se hizo bien el arroz, se despegó todo y además los boletus que eche le dieron una cremosidad y un aroma inigualables.
Pues por la tarde, me llega un WhatsApp avisándome de que hay tres positivos y un sospechoso del trabajo.
Vaya vaya, mosqueo al canto.
Así que aunque estaba convencido de mi catarrosidad, me fui a urgencias a la Quirón, por si me hacían un test. Nada masa lejos de la realidad. Salí con recetas de ibuprofeno, paracetamol y otra cosa para el estómago, y de regalo con el pack, con un volante para una PCR. Nada, imposible. Un periplo telefónico inútil. Llamo para ver donde al teléfono de urgencias de ASISA y me dicen que tengo que autorizar el volante, pero que no son ellos. Llamo y me autorizan, pero que tengo que pedir cita. Me dan un teléfono para pedir cita pero no existe. Llano al teléfono de clinica Moncloa que aparece en google y una máquina me dice que como no estoy en el sistema que llame en horario laboral. Me rindo. Mañana será otro día y el Madrí empata con el Caiz.
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