Hoy es primavera, anda, mira tú que cosas.

La cosa más difícil es conocernos a nosotros mismos; la más fácil es hablar mal de los demás (Tales de Mileto).

Nuestras convicciones más arraigadas, más indubitables, son las más sospechosas. Ellas constituyen nuestro límite, nuestros confines, nuestra prisión (José Ortega y Gasset).

Nuestra vida siempre expresa el resultado de nuestros pensamientos dominantes (Søren Kierkegaard)

Está visto que somos lo que somos y por eso somos lo que quieren que seamos. Un año de terremoto sanitario, social, psicosanitario, psicosocial, psicosicopata, psicopsico, ha dado para mucho, increiblemente para mucho.

Hagamos un inciso. Hace un año llevábamos siete días encerrados y gracias al pequeño diario en el que se convirtió este blog sé que fui a comprar... yo, ¿ir a comprar...? pues como todos los sábados😁.

"Parece que hay menos gente por la calle y después del amago de salida de finde de algunos inconscientes, la cama y el silencio imperan en las ciudades. He empezado con la compra, y al igual que ayer, en dos sitios. Básicamente quería comprar el pan y el periódico, aunque luego obviamente hay que aprovechar el viaje, que ya no es un poyaque es un esto que me ahorro para la próxima....

La de hoy ha tenido la variante de la cola al entrar, con control de número de personas y de uso de guantes. No voy a decir que haya sido desagradable, porque más que eso era surrealista. Quién nos iba a decir hace poco que estaríamos como en una película de terror sociológico.".

(La foto de la cola está en el post del 21 de marzo del 2020. )

Me choca que me chocara, porque ahora nos hemos acostumbrado a todo. Nos hicieron pasar miedo, mucho miedo, pánico a lo invisible y también  a lo visible. Nos mintieron y mucho, en parte por desconocimiento de los supuestos expertos y en parte como forma de controlar a una población a la que necesitaban encerrar porque no había otra forma de controlar lo descontrolado. Nos hicieron acumular comida y otro tipo de cosas, nos hicieron temer al prójimo, a la calle, a la libertad responsable, nos hicieron temernos a nosotros mismos y a nuestros seres queridos, nos hicieron temer a nuestros amigos y "allegados", dejaron relaciones en el limbo y nos privaron de compañías y nos metieron en una peligrosa dinámica de involución personal.

Por eso ahora no nos choca nada. No nos choca que se inventen expertos y medidas de dudosa procedencia, no nos choca que en unos sitios puedas hacer algo que a 10 kilómetros es mortal de necesidad. No nos choca que gente supuestamente inteligente niegue lo evidente y convierta todo en un asunto de extrema confrontación convirtiendo en ideario político lo que opuesto de lo que apoye el contrario. Así por puro azar tenemos a la izquierda radical apoyando medidas de control gubernamental y a la extrema derecha  luchando por una libertad cuasianarquista negando las evidencias y si no negacionistas, comportándose como tales.

Es tan solo cuestión de que aquí nos ha pillado un gobierno frankenstein de extrema izquierda en el poder, bastante inoperante por cierto, y obligado a tomar decisiones impopulares contrarias a su ADN. Ahora, que ha capeado el temporal de p. madre. Con tanto tonto en la derechona haciéndole el juego se va de rositas no haciendo absolutamente nada y pareciendo la culpa es de los demás. Vease el super plan de vacunación por ser lo último.

Me estoy desviando y podría estar años escribiendo si no reconduzco esto.

Y tan solo estaba reflexionando sobre lo bien que nos hemos acostumbrado a todo, cosa que está a la vista y en lo que nos han convertido. Muchas cosas han pasado este año que nos ha forjado y destrozado a la vez y muchos "expertos" hay que ya nos han analizado.

¿Algo bueno ha salido de todos esto para nuestro yo interior, para nuestra persona? Personalmente creo que no, que ni bueno ni malo. Solo se han acerbado conductas y opiniones, pero nada que no estuviera ya sembrado.

Quién tenía una tendencia la ha mantenido y radicalizado, porque si, nos hemos polarizado, pero no solo en política, no, nos hemos polarizado en la vida.

Quien era bueno, bueno se ha quedado, y si era bueno noble, ahora es mas bueno. Quien era un encanto, en encanto se ha quedado, y a quien le gustaba manipular, pues ahora no solo le gusta, es que además ha conseguido graduarse cum laudem en manipulación. Por contra quien hacía que te sintieras a gusto y en paz pasando el rato de charla o simplemente estando, ahora se ha convertido en casi un ser aúrico (perdonenme la exageración).

¿Y yo? Pues haciendo fotos. Miles de fotos. JAJAJA.

Bromas a parte, pues yo tranquilo y contento porque creo sinceramente que he conseguido cierto equilibrio. Me encienden e indignan los extremos a partes iguales (política, sociales, de pensamiento, científicos, etc.) y afirmaría que soy capaz de extraer la información correcta de la maraña que nos inunda a diario.

Afronto la pandemia desde un punto de vista basado en las matemáticas y analizo la aplicación práctica a la vida, porque la única forma de vivir es asumiendo riesgos, pero no cualquier riesgo a cualquier precio.

Puedo tomarme una caña en una terraza con unos amigos y viajar en cercanías en metro, pero aplicando las medidas adecuadas. pero no puedo estar en situaciones en las que el riesgo, por sus múltiples factores, no pueda ser valorado o controlado. Y aplicando la máxima de que "Esto es un virus, se contagia como un virus, se controla como un virus, y se comporta como un virus"  no hay más.

Y aquellos que critiqueis el uso de la mascarilla por ser una inutilidad y lo hayáis convertido en una absurda lucha por una supuesta libertad robada .... No me busquéis. 

PD: para tener la boca tapada... no callais ni debajo del agua... y si tuvierais algo interesante que contar aún tendría un pase......


Nos vemos... os dejo alguna foto suelta.











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