Dia ni se sabe... Volvemos... Esto está que arde.

Hoy. 20 de julio de 2020.

"Si la vida te da un limón, haz limonada". Dale Carnegie

"No llores porque se acabó, sonríe porque sucedió" Gabriel García Márquez 

"La felicidad suele colarse por una puerta que no sabías que habías dejado abierta." John Barrymore.

"No podemos controlar el viento, pero sí ajustar las velas." anónimo.



Pues sí, he vuelto. Muchas cosas han pasado desde la última vez que escribí. Bueno muchas y pocas, tampoco hay que exagerar.

Sobre el monotema del COVID19, o de la COVID19, ya que se trata de una enfermedad, no es que nos vaya no bien ni mal. Simplemente estamos viendo que nos aercamos al abismo y a gran parte de la población se la suda y no tiene ningún cuidado, así que los brotes, rebrotes y recontrarrebotes surgen y crecen y no pararán.

Y es algo tan sencillo como que si te están diciendo que es en el ámbito social y sobretodo en las celebraciones, reuniones juveniles y ocio nocturno donde se desbocan los casos, se deja de hacer y punto. Pues no. Los mismos siguen haciendo lo mismo.

Está claro que los modelos de educación impuestos por la izquierda han sido un completo fracaso. Hay generaciones que no entiendo de respeto, responsabilidad y sacrificio, y hasta es posible que ni siquiera sepan que esas palabras existen.

A parte de esto, el circo de las mascarillas continúa. Es parte de la idiosincrasia de cada uno y por tanto intrínseco, con lo que no tiene remedio.

El ser humano deja de ser un curioso animal cuyas costumbres varían según los individuos y no según a especie.

Una de las cosas que más me atrapan es la observación de los humanos. A veces jocosa, a veces curiosa, siempre apasionante, observar al prójimo es un ejercicio digno de realizar en cualquier tiempo y lugar. Recuerdo en mi juventud (casi infancia) las largas esperas en las estaciones de tren, principalmente en la del Portillo en Zaragoza, sentado sólo, observando a los que pasaban por ahí y llegar a un punto en que tener que levantarme a coger el tren me resultaba molesto.

Pues la observación del uso de la mascarilla en la población en general, si se hace sin ánimo de crítica (cosa difícil) es un ejercicio de aprendizaje sobre el ser humano de lo mas completo. No sólo de su uso, de su uso y de las circunstancias en las que se usa.

Como diría Cesar Vidal, sin ánimo de ser exhaustivo, tenemos los más populares, los del barbuquejo, los de la protección del codo y los de la napia por fuera. Luego tenemos los que la llevan siempre, que como lo hacen bien no aportan gran cosa, y los que nasti de plasti porque sí y los que se vanaglorian de ello, sin olvidarnos de los quiero y no puedo que la llevan en la mano.

Sobre como usarla en función de las categorías anteriores la variedad es exponencial. Pero en todos los casos se puede observar el riesgo de los bares y que por las reuniones es por dnde se nos colará el bicho. Ahí se juntan de diversas especies sin distancia ni cuidado, y es que ves como se reúnen gentes que siempre llevan la mascarilla con napias fuera y sobretodo barbuquejeriles, gentes que no la llevan jamás, y de distintos domicilios y condiciones y que se quitan lo que sea que lleven y se arreprietan.... y se gritan y se escupen sin darse cuenta... y mientras se regodean en el miedo a la vez que lo desprecian no son conscientes de que solo la suerte y que no está muy extendido aún, les libra de no contagiarse.

No digo que no se vaya a los bares,  o de hecho voy, pero se puede ser mas calmado, gritar menos, no pegarse ni hablarse a la cara, usar la mascarilla si es preciso y sobre todo para hablar con el camarero, vamos que si se tiene un poco de cuidado mejor para todos.

Obviamente he caído en el monotema, y eso sin describir todas las variedades de actitudes por la calle de las distintas varieantes y sus mezclas en unidades familio-amigo paseantes.

Un ejercicio mas curioso es la observación delas barrigas y culos y sus distintas formas... 😁. Ayer estuve un rato fijándome, pero fue por accidente. Estab sentado en una terraza y pasó una barriga se las que se pegan a un cuerpo no grueso con piernas escasas, de ahí a mirar al conjunto de barrigas para comparar sólo pasaron 5 segundos.

Lo más curioso es que la proporción de barrigas es muy muy elevada con respecto a su carencia... Y no digo nada que yo también he tenido muchos años la mía, y bien cuidadita que estaba...

En fin que para no perder la costumbre y porque volveremos a hacerlo, voy a meter el pan al horno.
































 


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