Día 98 #quedateencasa por decreto. eerf suriv. sám aíd nu ☣ 21 aíD/\ Día 12 ☣ un día más. virus free.

Sábado 20 de junio de 2020.

El mayor día de tu vida y la mía es cuando tomamos responsabilidad total de nuestras actitudes. Ese es el día en que realmente crecemos.-John C. Maxwell.

Cada derecho implica una responsabilidad; cada oportunidad, una obligación, cada posesión, un deber.-John D. Rockefeller.

Los mejores regalos que puedes dar a tus hijos son las raíces de la responsabilidad y las alas de la independencia.-Denis Waitley.

Hoy es el último día del estado de alarma. Esto debería significar mucho y en realidad no significar nada.

A día de hoy soy de la opinión de que el estado de alarma no es la herramienta más adecuada para controlar la situación actual, en primer lugar porque este gobierno y muchas instituciones han hecho un uso torticero de este estado. Las ansias o las tentaciones liberticidas de la izquierda han quedado patentes, cuando la mayor preocupación de cualquier gobierno de España debe ser preservar la salud de los españoles, sí, pero también sus derechos. Incluso en los estados de excepción y sitio se debe velar por los derechos de los ciudadanos.

En segundo lugar porque si un norma, ley o como queramos llamarlo deja de ser eficaz porque no es aplicable como ocurre de hecho desde hace semanas, mantenerlo supone un desgaste innecesario de la propia norma y puede que en un futuro cuando haya que volver a utilizarlo carezca de la fuerza sobre la población que en sí tiene. Es decir desaparece el concepto y queda solo el palo, y eso a las sociedades les sienta muy mal.

Y en tercer lugar porque el único arma real contra el coronavirus a día de hoy, con el estatus del virus actual, es la responsabilidad. Dado que no se puede mantener una presión coercitiva durante prolongados periodos de tiempo, una sociedad madura y educada debe ser capaz de asumir su responsabilidad y luchar contra aquellas conductas propias que favorecen el contagio y el aislamiento riguroso si por desgracia se contrae y no se acaba en el hospital.

Está claro que esta batalla está perdida en muchos casos y que mucha gente no se lo toma en serio, aunque también hay quien está en las antípodas de la seriedad. Pero de nada sirve que la mayoría cumpla si muchos, en bares, restaurantes, reuniones o actividades colectivas parecen olvidarse del momento en el que estamos. De nada sirve ser cuidadoso y a los adolescentes de hasta 24 o 25 no les imbuimos que nos son inmunes y que sus actos tienen consecuencias nefastas no para ellos, sino para su familia y amigos (si su natural egoísmo asociado a la edad no lo bloquea totalmente), de nada sirve trabajar con mascarilla y a los dos minutos de salir, hala, viva la Virgen.

En fin que son muchas cosas que habría que enseñar, pero por desgracia requiere una educación que nuestra sociedad no tiene porque fue arrancada de colegios y familias para tener votantes manejables y manipulables.

Tampoco creo que el atajo del miedo a través de mensajes apocalípticos con personas en UCIs boca abajo y amenazas de horribles sufrimientos sirva absolutamente para nada.

Solo una labor pedagógica no interesada políticamente y una transparencia real y absoluta podría servir.

En fin, que es el último día del estado de alarma y yo lo he empezado con una carrera de una hora que me ha sentado muy bien, aunque todo el camino voy pendiente del pie y la rodilla en búsqueda de señales de alarma y a pesar de que al comienzo siempre pienso que que hago y que mejor me vuelvo para casa que si no me voy a cansar.

Lo molesto del día es del día de ayer. otra vez me han picado los microbichos, unas cosas enanas negras que no sé que son, pero que al día siguiente me provocan unos habones que ni una avispa asiática.

Tendré que ir al alergólogo, o tele ir, o videotele ir, ya veremos lo que toca, porque con la endocrina tenía consulta presencial y me la han cambiado por teleconsulta.









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