Ruiditos
El verano tiene sus cosas buenas y sus cosas malas, pero lo más curioso es que en el verano aparece una fauna, que como los osos, hiberna en las épocas de frio y lluvia.
El segundo es especialmente molesto. Emite un desagradable ruido que acrecienta acelerando constantemente su motito de mierda, ayudando con ello al cambio climático, es decir, para que llegue más deprisa. No se sabe que es lo que busca este bicho, lo que se ha descubierto es que para trasladarse a un sitio tiene que pasar cuatro veces por las mismas calles antes de parar. Tal conducta revela que al contrario que el chuletonis, el tocapelotensis tontolamotus carece de neurona y sólo guia sus pasos por los instintos primarios que le producen los ruidos fuertes.
El chillomasquenadiebus es aún un misterio, ya que la ciencia no ha sido capaz de determinar que es lo que le provoca que en una conversación en la calle, a las tantas de la madrugada hable con el especimén que tiene a medio metros como si estuvieran uno en Barcelona y el otro en Lugo y hablaran sin teléfono. Algunos espertos piensan que es posible que los especimenes de compañía del chillomasquenadiebus sean sordos totales y que en un acto de filantropía el chillomasquenadiebus pretende devolverle el oído a berrido puro.
Variantes del chillomasquenadiebus son el tocapelotensis chillomasquenadiebus paversiligo y el chillomasquenadiebus toymuyborrachibus (generalmente hembra de agudo cántico).
Comentarios